Propuestas formales
Al momento de sentarnos a decidir qué propuesta formales
íbamos a presentar nos preguntamos (y seguramente esa la pregunta que no
acompañe durante todo este proceso) ¿qué queremos lograr con el producto?, ¿cómo
lograr que el usuario que, toda la vida usó el agua de una forma, cambie la
manera y elija usar nuestro producto para lograrlo? ¿Cómo concientizar y visibilizar
el desperdicio de agua que hay en el uso cotidiano en el hogar?, ¿hay que re-educar o el producto por si solo genera una situación de uso que impone una única manera de usar?
Para el desarrollo de la primera propuesta pensamos en la secuencia de uso. Durante el lavado de cada objeto, se suele mojar la esponja al comenzar. Si tuviésemos una esponja siempre con un reservorio de agua esta tarea de abrir la canilla, mojar el plato y también la esponja, se podría simplificar teniendo los dos productos en uno: esponja + agua.
Se trata de un accesorio de cocina para lavar la vajilla. Es un contenedor con dos compartimientos: En el primero se coloca agua con jabón/detergente. Este espacio tiene unas cerdas que cepillan y eliminan la suciedad de la vajilla. En el segundo se llena de agua limpia que es donde, luego de pasar por el primer compartimiento, se enjuaga la vajilla. La última parte del producto es un seca platos donde se puede apoyar la vajilla para dejarla secar al aire. Este producto permite usar la cantidad justa de agua sin derrocharla.
Es una esponja que posee dos compartimientos, uno para llenar con
agua y jabón/detergente y el otro para solo llenar de agua.
Es un sistema recolector de agua gris, la cual es bombeada para
poder ser usada en la acción de lavado de vajilla.
El contexto que seleccionamos es la cocina de un hogar
con acceso a red de agua potable.
Para el desarrollo de la primera propuesta pensamos en la secuencia de uso. Durante el lavado de cada objeto, se suele mojar la esponja al comenzar. Si tuviésemos una esponja siempre con un reservorio de agua esta tarea de abrir la canilla, mojar el plato y también la esponja, se podría simplificar teniendo los dos productos en uno: esponja + agua.
Se trata de un accesorio de cocina para lavar la vajilla. Es un contenedor con dos compartimientos: En el primero se coloca agua con jabón/detergente. Este espacio tiene unas cerdas que cepillan y eliminan la suciedad de la vajilla. En el segundo se llena de agua limpia que es donde, luego de pasar por el primer compartimiento, se enjuaga la vajilla. La última parte del producto es un seca platos donde se puede apoyar la vajilla para dejarla secar al aire. Este producto permite usar la cantidad justa de agua sin derrocharla.
La idea para la segunda propuesta surgió de la antigua manera que había de lavar los platos (aunque algunas
personas tienen aún este hábito), que consiste en poner toda la vajilla en un
contenedor con agua y detergente, lavarlo y luego enjuagarlo. De esta manera se
evita dejar correr el agua para fregar la vajilla.
Esta esponja cuenta con un difusor para poder atomizar el
agua limpia que contiene cuando sea necesario al momento de su uso. De esta
manera limita a no utilizar agua en exceso ya que no hace falta mojar la
vajilla.
La tercera propuesta surgió del hecho que
en el fregado de platos no se cierra la canilla ya que es un movimiento que se
debería hacer de forma repetitiva, y sería tedioso si se tiene mucho por lavar.
Esa tarea podría simplificarse con un mecanismo que permita tener las manos
libres para manipular la vajilla y utilizar un pie sobre un pedal para regular
el paso del agua.
Posee un contenedor donde se recolecta el agua usada y
una manguera conectada a él que se une a la canilla que se tenga en la cocina.
De esta manera, se le da un segundo uso a aguas que irían
a las cañerías directamente ya que, para lavar la vajilla el agua no tiene que
ser potable.
//ATENCIÓN//
ResponderBorrarHay cambios importantes en el cronograma y entrega del TPH.
Leer información completa en http://www.catedrarondina.com/2018/09/tph-importante.html